La entrevista era en la tienda de ropa Stradivarius del centro comercial Plazamar 2. Me llamaron a las 4 de la tarde para citarme a las 6:30, lo que primeramente me puso cómo un flan.
En ningún momento pensé en la ropa que me iba a poner, aunque sí que pensé que fuera ropa de la misma tienda. Así que, cómo era verano, me vestí un poco colorida, lo cual creo que no fue del agrado de la encargada de tienda.

Seguidamente, comenzó a realizar preguntas personales, las cuales me pillaron por sorpresa. La principal fue que mencionara 3 defectos y 3 virtudes, los cuales no me había preparado. En consecuencia, mencioné 3 virtudes y 2 defectos. Lo que yo llamaría, una cagada! También me preguntó que con qué conjuntaría unos pantalones que habían colgados en la tienda, lo cual también me pilló por sorpresa. Notó mi inseguridad que emanaba por todos los poros de mi cuerpo.
Finalmente, me comentó que en un plazo de una semana me llamarían si me seleccionaban, lo cual nunca pasó. Fue una experiencia reveladora, ya que no salí satisfecha de la entrevista, pero por sacar algo positivo, no volvería a repetir esa poca preparación de una entrevista de trabajo. En efecto, en la siguiente entrevista no cometí esos fallos, fui con más seguridad en mi misma, y no me pilló tan de imprevisto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario